EL PEÑON DEL NEGRO. Petra Immansuetus.

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A los niños de las inmediaciones rurales del Valle de Abdalajis  y Alora en los años 40 se les solía asustar con la presencia de un hombre salvaje que habitaba en las oquedades de este enorme risco situado en las cercanías de Alora, para que no se adentraran en tal demarcación a jugar. De ahí que popularmente se le conociera por los vecinos de estas localidades con el apelativo de “El Negro “.
Se cuenta que este hombre huraño huía de las autoridades y gentío escondiéndose en una cueva que había en el peñón bajando por las noches a los caseríos cercanos para conseguir comida. De este personaje no se supo más que la existencia en la tradición oral, Por lo que desconozco la veracidad, paradero y como pudieron ser sus últimos días.
Sí que existe tal paraje en si como la denominada Ladera del Peñón  del Negro, que actualmente es un yacimiento arqueológico de la edad del cobre. Tratándose de un enterramiento colectivo calcolítico  de aquellos tiempos, y que por culpa de la explotación y expolio no se han podido encontrar más restos determerman15.teachminantes.
Del Enterramiento ya solo existen dos grandes piedras a modo de dintel para la entrada a la cueva donde se albergaba la tumba y algún resto pétreo  a modo de plano para estabilizar la exposición del  depuesto cadáver.
Existe Otra leyenda propia del municipio de Alora que conocí al documentarme sobre la anterior, que popularmente se conoce como” El peñón del Lirio “. Por Rosalía Sáenz de Buruaga  y José Antonio  molero.
Es el relato que ocurre en la época de la reconquista cristiana de la Taifa de Granada. Donde un Capitán de las Tropas castellano aragonesas se ve enamorado de una joven musulmana conversa a la religión cristiana tras el sitio de la plaza de Alora. Este Hombre quiere conocer a toda costa a esa bella dama mora que se estaba convirtiendo en el pesar de sus desvelos. Cierto día  Don Bernardo se apresura a presentarse a la dama como claro vencedor del sitio a Alora e insta a la mujer a conocerla mejor  y mostrar su sentir amoroso hacia ella.
La joven no quiere entablar conversación alguna con este por tratarse de desconocido rechazando toda idea de posible relación. Don Bernardo es presa de la ira que le provoca tal rechazo, tomándolo como una ofensa  pretendiendo someterla o vengarse a toda costa.

Una noche es descubierta la joven por elceloso capitán, en los brazos de un hombre que intenta protegerla. Este Hombre es el Padre de la dama que por las noches se reúne con ella en la clandestinidad como rebelde a las tropas cristianas, refugiadas tras el peñón atravesando líneas enemigas. Don Bernardo injuria a la joven supuesta  infiel  desleal  y señala a aquel padre como motivo del rechazo arrebatando la vida a este. La joven dama huye hacia el risco o peñón atormentada en sufrimiento y dolor por la pérdida de su progenitor a manos de Don Bernardo. Este la persigue furioso amenazándola con  improperios, al final ciego por la ira acaba con la vida de la dama. Se cuenta que en ese momento florecen de un almendro, donde yace el cuerpo inerte de la mujer, y caen sobre su rostro pétalos de flor blancas a modo de lágrimas sobre la cara de la joven. Una luna Nueva transforma el cuerpo de la doncella en un gran lirio Blanco que resplandece en la noche. Desde entonces cada primavera aquel paraje se llena de numerosos lirios blancos que forman un manto virginal .

 

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